La Bolsa de Cereales de Córdoba difundió un crudo diagnóstico del estado de esos cultivos, incluido el trigo.
Los cultivos de soja y maíz presentan un gran deterioro como consecuencia de la extensa sequía, lo cual se ve reflejado en menores rendimientos y volúmenes de producción, además de una suba de precios. Así lo alertó un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA) que detalló el estado en que se encuentran esos cultivos, además del trigo.
En soja, las labores de siembra llegan a su tramo final, con un avance del 93% de los 16,5 millones de hectáreas a sembrar estimadas por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Según la BCCBA, la escasez de precipitaciones y las altas temperaturas provocaron un deterioro en las reservas hídricas, generando un impacto negativo sobre los rendimientos
potenciales y un retraso de 3 puntos porcentuales respecto al promedio de las últimos cinco campañas.
«Si bien en los últimos días se registraron precipitaciones que podrían mejorar la situación, ya se cuentan daños irreversibles en algunas zonas, principalmente en los cultivos implantados de manera temprana», consideró la entidad.
En este escenario, el USDA de Estados Unidos, la Bolsa de Comercio de Rosario y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires redujeron sus estimaciones de producción. En el caso del organismo norteamericano el recorte fue de cuatro millones de toneladas, mientras que la estimación del organismo rosarino fue más pesimista y la redujo en 12 millones de
toneladas, ubicándola en 37 millones de toneladas, el valor más bajo de las últimas cinco campañas.
Por su parte, la Bolsa porteña ubicó la cosecha de soja en un valor intermedio de 41 millones de toneladas, recortando en 7 millones de toneladas respecto a la estimación previa.
En tanto, a los primeros días de enero se llevan comercializadas 35,4 millones de toneladas de soja en el mercado argentino, equivalentes al 81% de la producción del ciclo 2021/22 (83% es el promedio de las últimas cinco campañas) que se situó en 44 millones de toneladas. Este guarismo es casi 1,2 millón de toneladas inferior a lo comercializado a igual fecha del año anterior, básicamente por la caída en la producción, puntualizó el informe.
Con relación al maíz, BCCBA destacó que continúan las labores de siembra, con un avance en los primeros diez días de enero del 88% sobre el área prevista por la Secretaría de Agricultura de la Nación de 10,3 millones de hectáreas, lo cual refleja un leve retraso respecto al promedio.
En este caso y según el análisis de la entidad cordobesa, el clima seco de los últimos tres meses de 2022 complicó el desarrollo del cultivo en aquellos lotes que sembraron de forma temprano, mientras que, por otro lado, dificultó la implantación de los lotes tardíos, principalmente en la provincia de Córdoba. Sin embargo, las precipitaciones de las últimas semanas permitieron avanzar con las tareas de siembra y podrían atenuar el efecto negativo sobre los rendimientos.
Al respecto, la Bolsa de Comercio de Rosario recortó su estimación de producción en 5 millones de toneladas, pasando de 50 a 45 millones de toneladas; el USDA, por su parte, disminuyó su estimación en 3 millones de toneladas, pero mantiene la producción como un de las mayores de los últimos años.
A los primeros días de enero se llevan comercializadas alrededor de 45,4 millones de toneladas de maíz de la campaña 2021/22, que representan 2,4 millones de toneladas menos que los registros a igual fecha para la campaña 2020/21.
Por su parte, el sector exportador registra el segundo mayor volumen en la historia con compras que alcanzaron 42,5 millones de toneladas. En relación con la producción, se comercializó el 92% cuando resta un mes y medio para finalizar el ciclo.
En cuanto al trigo, la cosecha argentina finalizó con una producción 13,3 millones de toneladas de acuerdo con datos oficiales, el valor más bajo en siete campañas. Organismos privados como la Bolsa de Comercio de Rosario y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires la estimaron en 11,5 y 12,4 millones de toneladas respectivamente.
De esta manera, las exportaciones alcanzarían los 4,8 millones de toneladas durante el ciclo 2022/23, casi 10 millones de toneladas menos que la campaña previa.
En tanto, la comercialización de trigo de la campaña 2022/23 presenta un retraso de poco menos de 3 millones de toneladas respecto al promedio de las últimas cinco campañas, principalmente por el menor volumen cosechado. BCCBA puntualizó también que los exportadores han adquirido 5,6 millones de toneladas, el menor valor desde la campaña 2016/17, mientras que los molineros han adquirido 1,1 millón de toneladas.
Respecto a la producción, ya se comprometió el 50%, unos 12 puntos porcentuales por debajo de la campaña previa y seis puntos porcentuales menor al promedio de las últimas cinco campañas.