Con motivo de la celebración por el Día de la Bandera, se realizó un encuentro en el que además de la vicepresidenta contó con la participación del ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi; y el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, entre otros.

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró este lunes que «la unidad del Frente de Todos no estuvo ni estará en discusión», advirtió que «el endeudamiento criminal de los cuatro años del macrismo» es la causa principal de los problemas económicos y pidió una mayor «coordinación» entre los distintos organismos del Estado para frenar «el festival de importaciones» que incide sobre la capacidad de acumular reservas.

En un plenario de la CTA realizado en Avellaneda bajo la consigna «La vigencia de Belgrano. Estado, mercado y precios: producción, trabajo y política social en una Argentina bimonetaria», la Vicepresidenta hizo una exposición centrada en la coyuntura económica en la que exhortó a ejercer un mayor control sobre las grandes empresas, mientras que en materia política garantizó la continuidad de la coalición oficialista: «La unidad del Frente de Todos nunca estuvo ni estará en discusión».

En el predio del Parque La Estación, hasta donde llegaron 1.800 delegados de la CTA de todo el país y miles de militantes que colmaron los espacios aledaños, la titular del Senado pronunció un discurso focalizado en los efectos de las importaciones, el déficit y la evasión de activos para concluir en que «este proceso ultra inflacionario que vivimos en Argentina es producto del endeudamiento criminal de los cuatro años del macrismo».

En ese sentido, precisó también que «el gran y real problema de la Argentina es la bimonetarización» porque en el país «no faltan dólares», sino que «se evaden con un festival de importaciones» y por eso, planteó, «debemos pensar cómo articular más adecuadamente el Banco Central, el Ministerio de la Producción y la AFIP».

«Esta articulación no estaría sucediendo desde hace tiempo porque hay un festival de importaciones», insistió la Vicepresidenta, que en el palco estuvo acompañada por el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y el secretario general de la CTA de los Trabajadores y diputado nacional por el FdT, Hugo Yasky.

Allí, la expresidenta se explayó sobre la urgencia de que el Estado actúe articuladamente para ejercer un mayor control de algunas prácticas de grupos empresarios, como la sobrefacturación de importaciones y subfacturación de exportaciones, y en ese punto dijo que esperaba que «la presencia de Daniel Scioli en el Ministerio de Producción y el nuevo titular de Aduana (por Guillermo Michel) puedan encauzar las cosas«.

Ante los aplausos de los dirigentes presentes en el auditorio, Cristina Kirchner señaló: «A mí no me interesa quedar bien con ningún funcionario. A mí me interesa quedar bien con la sociedad, con los argentinos que nos votaron y a eso no voy a renunciar».

La Vicepresidenta también negó que la causa de la inflación sean el déficit fiscal y la presión tributaria -para eso se valió de cuadros estadísticos con cifras comparativas de países desarrollados y emergentes- y luego rechazó un precepto clásico del neoliberalismo, la reducción del Estado, al subrayar que «el Estado es imprescindible» y que «la reducción al mínimo del Estado es algo que solo queda bien como discurso de ocasión en los medios».

Durante su mensaje que se extendió por más de una hora, criticó a los «empresarios que miran para otro lado» cuando se describen irregularidades o maniobras que perjudican el interés colectivo, llamó al Estado a recuperar la administración y auditoría de los planes sociales, cuya gestión «no debe ser tercerizada», marcó, y alertó que en la Argentina «no hay Poder Judicial, sino un Partido Judicial que ha tomado partido por los poderosos».

Tras finalizar su exposición, Cristina Kirchner hizo un breve discurso frente a los militantes de diferentes agrupaciones políticas y sindicales que habían seguido el plenario sindical desde los alrededores del predio, a través de una pantalla gigante.

 Yasky: «Cristina Kirchner es la figura política más importante de la política argentina»

El diputado nacional y jefe de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Hugo Yasky afirmó que la vicepresidenta Cristina Kirchner es «la figura más importante de toda la política argentina de estos últimos años».

«LA ARGENTINA OCUPA EL TERCER PUESTO EN MATERIA DE EVASIÓN»

Cristina Fernández de Kirchner rechazó que la Argentina sea uno de los países con mayor presión impositiva y que a pesar de esta situación, el país ocupa el tercer puesto a nivel global en materia de evasión.

En su discurso durante, la Vicepresidenta remarcó que «Francia debe ser el país con mayor presión tributaria con 47%, seguido por Dinamarca y Bélgica; y la Argentina está lejísimo«.

Tras negar que haya múltiples impuestos, como se sostienen distintos sectores, resaltó que «en el ránking de países evasores, la Argentina ocupa el tercer puesto en materia de evasión». «La recaudación representa el 28% del PBI cuando debería representar el 45%», aseguró.

Por otra parte, indicó que el país ocupa otro podio. En el «podio en los países con formación de activos en el exterior, también somos terceros», lamentó.

Se trata de «ciudadanos que sacan dólares al exterior; no es que falten dólares, están afuera», enfatizó.

También denunció el «festival de importaciones» que existe desde hace tiempo y pidió «pensar cómo articular más adecuadamente lo cual no estaría sucediendo».

En la Argentina 600 empresas explican el 75% de las importaciones; mientras que el otro 25% de las compras en el exterior es realizado por 24 mil compañías, explicó.

Asimismo, recordó que entre enero de 2021 y marzo de 2022 salieron «muchos dólares para importaciones por amparos judiciales».

«HAY UN FESTIVAL DE IMPORTACIONES» Y DEBE HABER MAYOR ARTICULACIÓN DEL ESTADO

Cristina Fernández de Kirchner en su largo discurso aseguró que «la economía argentina produce dólares que se evaden bajo muchísimas formas como las importaciones. Sí, hay festival de importaciones y el Gobierno debe pensar como articular más adecuadamente entre el Banco Central, el Ministerio de la Producción (Desarrollo Productivo) que es el que administra el comercio exterior, es el que autoriza las importaciones, y la AFIP y la Aduana porque es la que controla y establece los precios de referencia para que no haya subfacturación en el caso de las exportaciones y sobrefacturación en el caso de las importaciones. Todo esto tiene que ser articulado y esto no estaría sucediendo», subrayó.

La Vicepresidenta enfatizó que «hay un festival de importaciones desde hace tiempo. En la Argentina, 600 empresas explican el 75% de las importaciones y el resto lo explican 24.000 empresas. Esto quiere decir que no es muy difícil controlar esto».

Sobre la necesidad de dólares, volvió a poner el ejemplo del Grupo Techint que tiene a su cargo la provisión de los caños para el gasoducto Néstor Kirchner.

«Hay que pedirle ( a Techint) que los 200 millones de dólares que le tienen que pagar a su subsidiaria Usiminas, en Brasil, la financien ellos o pidan un crédito en el BNDS (Banco Nacional de Desarrollo del Brasil), que lo van a conseguir, y entonces no tengo que darle 200 millones de dólares a 127 pesos por dólar, para que me importen los caños. Estas cosas, son también usar la lapicera», dijo Cristina Kirchner.

«No hace falta pelearse«, dijo la Vicepresidenta, para luego agregar que «hay un importantísimo empresario de Tierra del Fuego que tiene que importar para producir los bienes finales. ¿Qué hicimos durante nuestra gestión? Amablemente, le sugerimos que encontrara una actividad que equilibrara la balanza, hace algo para exportar, para equilibrar la balanza de los dólares que me cuesta ingresar las importaciones con lo que generara exportando. ¿Y qué hizo? Compró barcos, se dedicó a la pesca y durante cuatro años le fue mejor con la pesca que con lo que producía en Tierra del Fuego».

Luego ejemplificó con «un empresario que importaba grúas y de nuevo le dijimos, exportá algo, y se dedicó a la miel y me acuerdo que nos acompañó a Angola y tuvo que pedir miel prestada para ir a vender a la feria de Angola. Esto es tener funcionarios y funcionarias que funcionen, que se sienten a discutirles. No hay que agacharles la cabeza, no hay tampoco que pelearse, hay que sugerirles orientaciones».

Cristina Fernández subrayó que «nosotros no teníamos acceso a los mercados de capitales, tampoco hay ahora, pero en ese momento la regulación monetaria y cambiaria te permitía sacar hasta 2.500 dólares por mes, hoy, son 200 dólares y tenemos problemas».

La Vicepresidenta aseguró también que «en el mundo de las importaciones han aparecido los jueces y los fiscales. Entre enero de 2021 y marzo de 2022 salieron del país 1.847 millones de dólares de importaciones autorizadas por jueces y fiscales, con amparos, más de 6.500 expedientes de amparos».

«Donde hay una necesidad de dólares, allí habrá jueces y fiscales para darle dólares a los importadores», advirtió.

En el mismo sentido, la Vicepresidenta señaló que «el tema es si las necesidades son del pueblo, no hay derecho, no hay justicia, no hay fiscal y no hay jueces. Si la necesidad es de los poderosos, hay jueces, fiscales, defensores», subrayó la Vicepresidenta al hacer referencia además a recientes opiniones del juez de la Corte Suprema Carlos Rosenkrantz acerca de necesidades y derechos.

«Esto es hoy, el partido judicial porque no hay poder judicial en la Argentina, hay partido judicial que ha tomado partido decididamente por los poderosos. En 2021, las importaciones se han pagado al contado. Se incrementaron exponencialmente las importaciones», subrayó.

Cristina Fernández resaltó que «esta economía bimonetaria que no solamente necesita dólares para pagar las importaciones, es la que también exige los dólares para la fuga y son los dólares también para el atesoramiento porque además salvo para las transacciones domésticas, hasta para comprar una casa o un departamento te piden dólares. Este es el drama, cada vez que el país se endeuda en dólares, la economía bimonetaria hace saltar al país por los aires».