La vicepresidenta volvió a la carga en sus redes sociales y vinculó a más personas afines a la oposición con el robo del dinero público del ex secretario de Obras Públicas.

Cristina Kirchner volvió a expresarse en Twitter, su principal canal de comunicación. En medio del pedido en su contra de 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos por corrupción, la vicepresidenta presento más documentación respecto al nuevo eje de su contraofensiva: los vínculos de la Justicia con dirigentes del macrismo (y afines) y la relación de ambos sectores con el origen del dinero de «los bolsos de López”.

En ese sentido, reveló un archivo del FBI (la Agencia Federal de Inteligencia de los Estados Unidos) en el que da cuenta “sobre el destino y fecha de envío de un cargamento de 3,2 millones de dólares que formaban parte de los 9 millones incautados” al ex secretario de Obras Públicas de su propio gobierno, José López, condenado por corrupción y a quien hoy la vicepresidenta acusa de haber tenido un estrecho lazo con fiscales y la oposición.

“¿Fecha de envío? 11 o 12 de octubre de 2011. ¿Banco receptor? Finansur S.A. propiedad de Jorge Sánchez Córdova, macrista y ex tesorero de Boca durante la gestión de [Daniel] Angelici”, disparó e ironizó: “Esta no es de Netflix eh!”. Además, la también presidenta del Senado de la Nación acusó que «el sello de la nota indica que esta información fue recibida en Comodoro Py el 20/04/2018, al año y 10 meses de la detención de López. Ya transcurrieron casi 4 años y medio sin que ello se investigue. Lo dicho: no sólo persiguen a los peronistas sino que encubren a los macristas». 

El pasado lunes, los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieron la condena de 12 años de prisión y una proscripción perpetua para ocupar cargos públicos contra la vicepresidenta, a quien acusan (junto a otros ex funcionarios y contratistas) del desvío de fondos de 51 obras públicas viales de la provincia de Santa Cruz durante sus dos etapas como mandataria, en el marco de sociedad ilícita conjunta con el empresario Lázaro Báez, condenado ya por casos de corrupción.

Se trata del primer juicio en el que llega hasta la etapa de alegatos, instancia previa a la condena u absolución judicial. Sin embargo, Cristina ha ensayado una defensa basada en la relación de los fiscales y jueces con dirigentes de la oposición. Semanas atrás, compartió imágenes y archivos sobre el fiscal Luciani y el juez de la causa Rodrigo Giménez Uriburu en el complejo deportivo “Los Abrojos” (provincia de Buenos Aires) del ex presidente Mauricio Macri.

Por este hecho, intentó recusarlos ante “incompatibilidad de funciones” y “vínculos personales”, algo que le fue denegado. Además, también fracasó en su intentó por ampliar su declaración en indagatoria (por “haber sido solicitada fuera de término”, según la Justicia), lo que derivó en la conferencia vía streaming del martes, donde habló de la existencia de un “Partido Judicial”, del intento por proscribirla, expuso supuestos negocios espurios de la oposición y sorprendió al relacionarlos con «los bolsos de López», causa con la que ella fue asociada. 

Como resultado, diversos sectores del kirchnerismo salieron en defensa de la vicepresidenta en las últimas horas. Desde el presidente Alberto Fernández, funcionarios y gobernadores e intendentes hasta dirigentes de La Cámpora, los sindicatos de la CGT y la CTA, el pedido de Hebe de Bonafini de convocar a una pueblada, la carta de 509 intendentes del Interior, de los bloques oficialistas del Congreso o el llamado a «cortes de ruta por tiempo indeterminado» de Luis D’Elia. Algunos ya preparan la «convocatoria a una marcha multitudinaria».