Dos uniformados de la Policía provincial aguardan fecha de debate oral y público, ambos imputados por haber pedido de coimas mientras cumplían funciones en el Puesto Caminero Chamaicó, sobre la Ruta Nacional 188, a principios del corriente año. No lograron hacerse de efectivo en ese momento y más tarde le pasaron al damnificado sus cuentas para que les depositase el dinero.
La audiencia de ofrecimiento de prueba, instancia judicial que marcó el fin de la investigación y el pedido de fecha para realizar el juicio del caso contra los efectivos acusados del delito de «cohecho», se llevó a cabo el pasado viernes en los Tribunales de General Pico.
Según publicó El Diario, el hecho ocurrió en el mes de enero pasado, cuando los dos policías de ese Puesto Caminero detuvieron la marcha de un colectivo adaptado para el transporte de equipos de un organizador de eventos piquense que circulaba por la Ruta Nacional 188 rumbo a la provincia de San Luis, donde tenía programado su trabajo.
Tras interceptarlo, los uniformados solicitaron la documentación del rodado, que el propietario aportó como una unidad de uso personal, pero le pidieron papeles para justificar la adaptación del colectivo para traslado de equipamiento. Como el organizador de eventos carecía de esa documentación, le informaron que debían labrarle una multa millonaria, aunque le dieron la opción de «arreglarlo» con una suma de 600.000 pesos en efectivo, entregados en mano en el momento.
Como el hombre no tenía ese dinero, los efectivos le dijeron que lo dejarían circular pero más tarde se comunicarían con él para pasarle los datos de las cuentas donde debía depositar la coima, situación con la que no solo zafaría de la multa, sino que también obtendría una especie de «pase libre» a futuro por el Puesto Caminero, más allá de la documentación que portara.
Efectivamente, cuando el organizador de eventos llegó a su destino laboral recibió en su teléfono los números de cuentas para depositar. Lejos de acceder al pedido de coima, cuando el hombre regresó a General Pico le comunicó lo sucedido a la jefa de la Unidad Regional II, Vanina Fileni, y luego aportó las pruebas que tenía en sede de Fiscalía.
Los imputados son dos suboficiales de la Policía pampeana, con alrededor de doce y seis años de antigüedad en la fuerza, que vivían en la localidad de Rancul, aunque uno de ellos es oriundo de Pico.
El Diario además precisó que el juicio oral y público que deberán afrontar por el delito de «cohecho», que se celebraría luego de la feria judicial, los uniformados enfrentarían una pena de prisión en suspenso, pero al mismo tiempo la inhabilitación absoluta perpetua para ejercer cargos públicos y sus inmediatas exoneraciones.
Fuente: El Diario