El alza de este insumo clave recalentará los precios de abril.
Con la nafta premium ya por encima de los $1.000, los exhaustos bolsillos de la población sufrirán un nuevo impacto, ya que los combustibles volverán a subir tras Semana Santa y le pondrán más presión al costo de vida de abril.
La nafta y el gasoil tendrán otro aumento de al menos un 4% en abril por la suba de impuestos a los combustibles.
Pero sobre eso, las petroleras también aplicarían un ajuste que compense la devaluación mensual del peso contra el dólar (+2% en el tipo de cambio oficial).
La actualización está prevista desde febrero, cuando el Gobierno descongeló los impuestos a los combustibles para obtener una recaudación tributaria anual cercana a los 3.000 millones de dólares o 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB), el equivalente al 10% del ajuste fiscal que buscan Javier Milei y Luis Caputo este año.
Según datos de las estaciones de servicio, desde el 1 de abril el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) aumentan un 34,8%, por lo que habrán acumulado un 376,61% desde principios de año.
Se trata de la normativa vigente, que traslada la inflación del trimestre julio-septiembre 2023.
En términos nominales, los impuestos a la nafta treparán $ 29,96 en todo el país, y al gasoil, $ 20,39.
La excepción es la Patagonia, que está exenta de estos tributos por producir los recursos (el petróleo).
Para la Ciudad de Buenos Aires, el impacto es de un 3,7% sobre la nafta súper; de 3% en la nafta premium; de 2,4% en el gasoil; y de 1,9% en el diesel premium.
Este incremento será el cuarto del año (uno por mes). La suma acumulará al menos un 50% en la nafta súper en los primeros 95 días del 2024.
Sin embargo, tras la súbita recomposición de los precios de los combustibles después de las elecciones de noviembre, la evolución de los valores empezó a correr nuevamente por debajo de la inflación a partir de febrero.
Según indican en el sector, hubo una orden política del ministro de Economía para atenuar los aumentos de la nafta y el gasoil, así se consolida la baja de la inflación mensual.
Sin embargo, a mediano y largo plazo la estrategia del Gobierno es la liberación casi total del mercado.
El subsecretario de Hidrocarburos, Luis De Ridder, le dijo a los empresarios de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA) que están «interactuando con Economía para que los refinadores puedan comprar el petróleo a las productoras a valores internacionales y eso se refleje en el precio en surtidor».
En febrero, el petróleo crudo en el mercado interno se negoció a unos 68 dólares por barril. El valor internacional neto de retenciones y descuentos ronda actualmente los US$ 74.
Según YPF, a principios de marzo todavía existía un atraso de entre 8% y 10% promedio en los precios de los combustibles.
Este escenario convive con una caída en las ventas de 16% promedio a nivel nacional entre diciembre y febrero, que le pone un freno a los aumentos de precios.