El líder del Partido de los Trabajadores prometió gobernar por un «Brasil repleto de amor» y recordó su paso por la cárcel: «Me intentaron enterrar vivo, pero hoy estoy aquí para gobernar».

En su primer discurso como presidente electo por tercera vez de Brasil, el líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula Da Silva, envió un fuerte mensaje de unidad y prometió «reconstruir el país» y gobernar para los 215 millones de habitantes.

Fue un mensaje de veinte minutos que eligió leer palabra por palabra, muy cerca de su esposa Janja, quien lo ayudó separando las hojas que iban quedando atrás.

En el primer piso del hotel Intercontinental del centro paulista, Lula salió por primera vez a escena tras derrotar por escaso margen al actual mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, quien eligió el silencio en las primeras horas tras conocido el resultado definitivo.

“Estoy aquí para gobernar este país en una situación muy difícil, pero con la ayuda del pueblo vamos a encontrar una salida para que el país vuelva a vivir democráticamente”, enfatizó Lula, que escogió cada palabra estratégicamente para que su discurso enviara señales de unidad a un país completamente dividido por una profunda grieta.

«A partir del 1 de enero de 2023 gobernaré para 215 millones de brasileños, y no sólo para los que me han votado. No hay dos países. Somos un Brasil, un pueblo, una gran nación”, recalcó en otro párrafo.

En esa línea, continuó: «A nadie le interesa vivir en un estado permanente de guerra. Este pueblo está cansado de ver al otro como enemigo. Es hora de bajar a las armas. Armas matan y nosotros escogemos la vida”.

Lula, de 77 años, recordó el momento en que estuvo preso acusado de corrupción, y dijo que lo quisieron «enterrar en vida».

«Tuve un proceso de resurrección. Me intentaron enterrar vivo, pero hoy estoy aquí para gobernar”, aseguró el líder del PT, y consideró que esta segunda vuelta electoral fue “una de las elecciones más importantes” de la historia de Brasil.

El presidente electo expresó: «Tengo fe en Dios que con la ayuda del pueblo vamos a encontrar una salida y que este país vuelva a vivir de una forma armónica y que podamos reestablece la paz».

También sostuvo que el único ganador de estos comicios es “el pueblo brasileño” e indicó: «El pueblo brasileño quiere vivir bien, comer bien, vivir bien.Quieren un buen trabajo, un salario siempre ajustado por encima de la inflación, quieren una sanidad y una educación públicas de calidad. Quieren libertad religiosa. Quieren libros en lugar de armas. El pueblo brasileño quiere recuperar la esperanza”.

“Hoy le decimos al mundo que Brasil ha vuelto. Que Brasil es demasiado grande para ser relegado al triste papel de paria del mundo. Recuperaremos la credibilidad, la previsibilidad y la estabilidad del país, para que los inversores vuelvan a confiar en Brasil”, afirmó el mandatario electo.

Las inmediaciones del hotel donde brindó el primer mensaje tras la victoria se colmaron de seguidores, al igual que la tradicional Avenida Paulista, que estaba repleta de festejos con miles de personas en la calle.