Magdalena Espósito Valenti, la madre de Lucio Abel Dupuy, pidió hablar en el 16° día del juicio oral por el homicidio del pequeño de cinco años, ocurrido el 26 de noviembre del año pasado. Ella y su pareja, Abigail Páez, están siendo juzgadas por el crimen.

Frente a los jueces del Tribunal de Audiencia, la acusada contó cómo transcurrió ese viernes desde que despertó a Lucio a la mañana. Dijo: “Cuando lo dejé en mi casa, me saludó, estaba con vida (…) Al día de hoy sigo sin poder creerlo (…) A muchos les parecerá mal que no esté llorando, pero me mentalicé ser lo más fuerte posible para poder hablar claramente. Yo a Lucio lo lloro en privado, me parece más humano que hacerlo delante de personas que no me conocen a mí, ni conocieron a Lucio, y dijeron un montón de cosas sobre mi supuesto rechazo a la maternidad”.

Durante su testimonio, el defensor oficial de la imputada, Pablo De Biasi, proyectó videos y fotos para mostrar cómo era la vida cotidiana de Lucio con su mamá. Al final, la imputada no quiso responder preguntas.

Hoy concluyó la sexta semana del debate. Hasta ahora ya declararon 71 testigos. A priori solo quedan dos audiencias para que concluya el proceso. El martes próximo se escuchará a los últimos testigos y el jueves 22 será el turno de los alegatos.

Antes de que hablara Espósito Valenti pasaron tres testigos frente a la jueza Alejandra Ongaro y los jueces Daniel Sáez Zamora y Andrés Olié.

Una familiar de Espósito Valenti –que estuvo acompañada por la trabajadora social Andrea María López, e la Oficina de Atención a la Víctima del Delito y a los Testigos– habló sobre la relación de la acusada con Christian Dupuy –padre de Lucio– antes y después del nacimiento del niño. También explicó porqué la imputada regresó desde Luján, donde vivía con Dupuy, a General Pico junto su hijo.

El interrogatorio estuvo a cargo de De Biasi, ya que fue quien citó a la testigo. Algunas de las preguntas fueron: ¿Christian la ayudaba a Magdalena con Lucio?, ¿aportaba con la cuota alimentaria?, ¿cómo era la vida de Lucio en Santa Rosa?, ¿los abuelos paternos vinieron a verlo a Santa Rosa?, ¿usted sufrió amenazas o represalias de la familia Dupuy?, ¿cómo se llevaba Magdalena con Lucio?, ¿qué sabe del día del hecho?, ¿habló ese día con Magdalena?, ¿cuándo conoció a Abigail?

Después preguntaron las fiscales Verónica Ferrero y Mónica Rivero; el fiscal Marcos Sacco; el apoderado de la querella, José María Aguerrido, en representación de Christian Dupuy; la asesora de niñas, niños y adolescentes, Graciela Massara; y la defensora oficial de Páez, Silvina Blanco Gómez. Ellos quisieron saber porqué Lucio no se quedó a vivir con su mamá en Santa Rosa en enero de 2019, si la testigo tenía vinculación con la familia Dupuy y cómo era la relación de Abigail con Lucio, entre otros temas.

Una segunda testigo fue una abogada. La profesional brindó detalles sobre cómo se gestó el convenio de cuidado personal que convinieron Espósito Valenti y una tía paterna –que hasta ese momento tenía la tutela de Lucio– para que el pequeño viniera a vivir con su madre a Santa Rosa a mediados de 2020.

Además De Biasi la consultó acerca de si existió alguna objeción a ese acuerdo por parte de la Asesoría de Niñas, Niños y Adolescentes de General Pico o de algún organismo vinculado a Niñez; si alguna vez Espósito Valenti tuvo problemas para ver a su hijo cuando estuvo al cuidado de sus tíos en General Pico; y si la acusada impidió que los abuelos paternos visitaran a su nieto en Santa Rosa.

El defensor llamó además a declarar a un farmacéutico, que se desempeña en la posta sanitaria del barrio Aeropuerto, con la sola intención que reconociera un informe oficial.

Espósito Valenti (25 años) está acusada de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal y oral; agravado por ser la ascendiente (progenitora), por ser cometido por dos personas y por existir convivencia entre ella y la víctima menor de 18 años; todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ser la ascendiente, por ensañamiento y alevosía.

A Páez (28) se le imputan los delitos abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal y oral; agravado por ser la guardadora al momento de los hechos, por ser cometido por dos personas y por existir convivencia entre ella y la víctima menor de 18 años; todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ensañamiento y alevosía.

Aguerrido, en el primer día, durante los alegatos de apertura, le añadió a esa calificación la agravante de homicidio por odio de género.

Fuente: Infopico