En horas de la mañana de hoy dimos cuenta de la situación por la que atravesaban pasajeros que circulaban a bordo de un colectivo de la empresa Andesmar, que sufrió un desperfecto mecánico y como consecuencia, quedaron varados en la Ruta Nacional 188.

Tras casi 12 horas de espera, finalmente llegó el mecánico que la empresa envió para solucionar el inconveniente y pudieron retomar el viaje hacia la ciudad de San Rafael, cerca de las 15:00.

De acuerdo a lo que pudo saber este medio, el mecánico logró solucionar el inconveniente en menos de media hora y así los pasajeros abordaron nuevamente el micro que los llevó a destino.

Lo que en este contexto resulta inexplicable, es porqué las empresas no acuden a los servicios de las localidades o ciudades cercanas para resolver este tipo de problemas.

Cabe recordar que los viajeros habían relatado ante este medio que «supuestamente el colectivo se chocó un perro, aproximadamente 3:20 de la mañana», y desde ese momento aguardaban por una solución.

Los pasajeros además habían detallado a media mañana de hoy que «a esta hora la única respuesta que recibimos por parte de los choferes es que a ellos les dijeron que el mecánico ya salió. Nosotros hemos llamado a la empresa y una nos responde que sí salió y otra que no salió el mecánico. Calculábamos un viaje de 7 horas, ninguno obviamente tiene proveeduría porque pensábamos que íbamos a dormir toda la noche, incluso hay personas que han perdido otras combinaciones, en mi caso más de mediodía de pensión, excursiones, todo eso obviamente no lo van a reconocer», lamentaron.

Si bien los pasajeros estaban varados en la Ruta Nacional 188, la hospitalidad de los dueños de la posada de campo que se encuentra en la zona no tardó en llegar, y la familia cedió los baños y parte del predio con el que cuenta Mamüll Mapú, donde pudieron esperar al menos bajo la sombra el arribo del mecánico en un día donde además el calor se hizo sentir.

Las personas que dialogaron con este medio recalcaron también que «gracias a Dios estamos acá en una posada y queremos agradecerle a Pablo por la hospitalidad, nos abrió los baños para que puedan ir las mujeres» y contaron en la mañana que además «hay muchos chicos, ninguno tiene para comer y no tienen por qué estar pasando por esta situación, hay jubilados, hay una persona no vidente. La empresa nunca se puso a ver si es por ocio o por trabajo que estamos viajando hacia la ciudad de San Rafael. Creemos que podría haber un poquito más de consideración desde la empresa».